Caracas, Sucursal del Cielo

Estatua Ecuestre de Simón Bolívar, Plaza Bolívar de Caracas (Foto de AlexErLoKo)

Cuando se habla de Caracas es muy común pensar que nuestra ciudad engloba a los municipios Chacao, Sucre, Hatillo, Baruta y Libertador. Sin embargo, este conjunto de municipios constituye el Área Metropolitana de Caracas, la ciudad en sí está compuesta solo de las parroquias del municipio Libertador. En este sentido, Caracas se compone de una totalidad de 22 parroquias: Altagracia, Antímano, Caricuao, Catedral, Coche, El Junquito, El Paraíso, El Recreo, El Valle. La Candelaria, La Pastora, La Vega, Macarao, San Agustín, San Bernandino, San José, San Juan, San Pedro, Santa Rosalía, Sucre y 23 de Enero. 

Nuestra ciudad a nivel topográfico, geográfico, cultural y humano pudiera estar sin duda alguna en el top de las ciudades mas hermosas de la región y del mundo. Pocas ciudades cuentan con la protección de una cordillera, con la cercanía de la playa, atravesada por un río, con un clima benévolo, y con una inigualable población. Para lamento de nosotros, nuestro Guaire se convirtió en un inmenso y caudaloso retrete, no hace tanto este río era visitado diariamente por visitantes que se bañaban en sus riberas, como prueba de esta epifanía aún queda esa canción del eterno enamorado de Caracas, "Mi viejo Guaire" de Billo Frómeta  .

Palacio Legislativo, sede de la Asamblea Nacional(Foto de AlexErLoKo)

Aunado a esto, para nadie es un secreto el deterioro que ha sufrido nuestra ciudad, la cual ha sucumbido a un exceso de construcciones no planificadas. de convulsiones sociales y una ausencia de cariño y cuido por parte de gobiernos y habitantes. El caso de nuestra ciudad llena de tristeza los ojos y el corazón de nuestros más antiguos caraqueños quienes han visto la pérdida de ese esplendor que la hizo merecedora del apelativo de la "Sucursal del Cielo". Y aún mas doloroso para ellos, y para los amantes en general de esta ciudad, es ver la apatía, la desidia, y el desinterés de los ciudadanos para con la ciudad que los vio nacer y que los ha acogido en su seno. Dicha aptitud es solo comparable con la de un hijo que ve que su madre se hunde en enfermedades, y lejos de ayudarla lo que hace es contribuir a sus angustias y dolencias.

Pero, no todo es pesimismo y no todo está perdido. Aún Caracas conserva gran parte del brillo y de esa esencia especial que conquistó y conquista a un sin fin de enamorados, tan ilustres como Billo Frómeta,  Manuel Cabré, Armando Reverón, Rafael Cadenas, y aun tanto más atrás hombres como Cecilio Acosta, Aquiles Nazoa, Francisco de Miranda, Andrés Bello, Francisco de Miranda y Simón Bolívar. Nuestra ciudad siempre tendrá la protección y el cobijo de nuestro cerro Avila, ahora y antes llamado Waraira Repano. Además cuenta con una serie de bellezas arquitectónicas como la Ciudad Universitaria la Iglesia de Santa Teresa, el Palacio Legislativo, la Plaza Bolívar, el Panteón Nacional, la Biblioteca Nacional, la Iglesia de San Francisco, la Catedral de Caracas, el paseo los Próceres, la Quinta Anauco, la Cuadra Bolívar, la Plaza Venezuela, estos y una lista grande de monumentos y edificaciones que engalanan nuestra ciudad.

Biblioteca Nacional (derecha) e Iglesia de San Francisco (izquierda). Capitolio.(Foto de AlexErLoKo)

No obstante, el mayor activo que tiene nuestra ciudad es su gente. Pocos lugares en el mundo pueden contar con una mezcla tan heterogénea de culturas y poblaciones, en una misma calle se pueden encontrar gente tan diversa y de origen español, portugués, italiano, oriental (China), árabes, y de toda latinoamericano. Además, esta diversidad no solo es internacional, también nacional en sola avenida podemos encontrar orientales, guayaneses, larenses, zulianos, andinos y de casi todos los estados de nuestro país. Todo este sincretismo cultural bajo un lazo de hermandad, donde el término negro(a) o negrito(a) no es peyorativo, por el contrario es el alias dado en ocasiones a la pareja, en donde el gordito(a) es aquella persona carismática, y en donde el color de piel no incide en el trato. Además, de un reinante optimismo y buen humor que hace un poco mas llevadero nuestro estrés diario.

En efecto, al caminar por cualquier calle de Caracas es posible encontrar una morena con ojos azules, una bella negra color ébano, una blanca cuasi europea, o una india estilizada. En fin, nuestra ciudad es una gran mezcla de culturas comparable tal vez a New York, pero con el rasgo a favor que aquí es mucho más cálido el trato. Pero, esto en los últimos tiempos ha cambiado, la polarización política ha dividido a los venezolanos y la inseguridad nos ha llevado a encerrarnos en nuestros hogares que se convierten en islas de incomunicación.

Quién es escribe estas líneas no pretende dar clases de moral, pues mi historial no es el más acorde para ello, pero si tiene el fin de despertar ese sentimiento ciudadano y afectivo hacia nuestra ciudad, hacia nuestro país, hacia nosotros como nación, hacia nuestra historia. Todo en esto en aras de mejorar como pueblo y ser un poco más críticos con nosotros y nuestro entorno. Porque solo buscando soluciones a nuestros problemas podremos mejorar. El panorama pinta difícil, bien reza el adagio que dice Que todo tiempo pasado fue mejor, pero yo soy firme creyente que el futuro siempre mantiene la esperanza de ser mejor que el presente, y esa es mi convicción. A continuación dejo un corto video con algunas imágenes de esta linda ciudad en armonía con la sublime canción "Canto a Caracas de nuestro tío Simón.

 Y ustedes que opinan ¿Puede Caracas volver a ser la Sucursal del Cielo? Yo creo que sí, o por lo menos eso deseo.